Luces y sombras en el FIZ

Este año el FIZ ha visto reducida su oferta a un sólo día manteniendo, pese a ello, una apuesta por la calidad de un cartel donde destacaban James y los incombustibles Vetusta Morla. A priori, suficiente para satisfacer a cualquiera.

Sobre las 9:30 entrábamos en la Sala Multiusos (Auditorio), espléndido recinto para albergar cualquier tipo de concierto o festival. En la entrada nos encontramos con la primera media sorpresa, no nos dejan pasar la cámara, carecíamos de acreditación (que previamente habíamos solicitado, claro está). Les convenzo diciendo que no la iba a sacar de la mochila, gajes del oficio.

Nos perdimos la actuación de los maños The Faith Keepers y llegamos con el concierto de Standstill recién empezado. De su maravilloso disco “Adelante Bonaparte”, encumbrado al olimpo de los imprescindibles de la música nacional, poco más se puede decir y de su directo, tampoco. Resulta apabullante verlos en un escenario. La conexión con sus fans, tremenda. Una pena que el sonido no les acompañara. Parecía como si el potencial de la banda sobrepasara, con creces, al equipo.

Standstill

A las 22:30 saltaban al escenario Vetusta Morla, sin duda,  los más esperados en Zaragoza. Su show está calculado al milímetro, cada paso, cada movimiento, cada acorde… Son una máquina perfectamente engrasada. Pero esta no era su noche. El sonido fallaba, y los técnicos entraban y salían en el escenario como invitados indeseados. A Pucho no se le veía cómodo, una cosa rarísima. Daba la sensación de estar cansado ya de tanto festival. A los incondicionales, sin embargo,  parecía importarles poco. Los coros de «Sharabbey Road» sonaban, como ya suele ser habitual, bastante después de acabado el concierto. Muy corto para mí y, como dejaron claro, también para ellos.

Vetusta Morla

Pasada la media noche y,  sorprendiendo a todos los presentes, James hizo su aparición de entre el público. Bueno, al menos parte de la numerosa banda. La cosa empezaba bien y los fans más maduritos estábamos encantados. Sin ser un sonido perfecto era, de largo, el mejor de la noche y la energía que transmitía Tim Booth con sus bailes  y Andy Diagram con su trompeta suficiente para suplir las carencias. Canciones por las que no pasan los años como «Getting Away With It All (All Messed Up)» e himnos como «Laid», con la que terminaron el recital, rodeados de numerosos fans subidos al escenario. Sin duda, lo mejor del festival.

James

La desbandada de la sala fue notable, y pese a ser de lo mejorcito de nuestro país, Triángulo de Amor Bizarro tuvo que dar su recital de noise ante muy poquitos espectadores. La propuesta de los gallegos desde luego fue la más perjudicada por el ya conocido mal sonido del que había hecho gala el resto del festival.

Delorean entraba en escena pasadas las 03:00 de la mañana, ofreciendo un espectáculo poco digno de ellos. No puede ser que Ekhi saque su bajo a pasear, que finja que lo toca. Eso es lamentable. Como igual de lamentable es no dar ni una a la hora de entrar a cantar y balbucear en vez de hablar. En fin, una autentica pena  puesto que puede ser considerada,  sin lugar a dudas, la mejor banda de pop electrónico nacional.

Delorean

La sesión del ex (bueno, habrá que aclararlo) Bloc Party, Kele Okereke, nos la perdimos. El cansancio pudo con nuestros huesos.

Cabe destacar, por último,  el descontento general del público y el mío, por supuesto, con los abusivos precios de la bebida. No puede ser que en un evento de estas características se cobre por una vergonzosa copa de 20ml, 8 euros. Y que encima, por falta de camareros suficientes, haya que esperar 15 minutos o más para que te lo pongan. Complicado de digerir.

Os dejamos la galería de fotos del FIZ tomadas desde la clandestinidad en nuestro flickr.